Al conmemorarse el 21º aniversario del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), se llevó a cabo en Mar del Plata el tradicional acto de homenaje a las 85 víctimas que fallecieron en el ataque a la mutual judía, ubicada en Pasteur 633 de Capital Federal.
La ceremonia tuvo lugar en el recinto de sesiones del Honorable Concejo Deliberante, presidida por su presidente, Ariel Ciano, junto a la concejal Alejandra Urdampilleta (AM); con el vicepresidente 1º, Lucas Fiorini; el director general para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos, José Luis Zerillo -en representación del intendente municipal Gustavo Pulti-; el presidente de la Sociedad Unión Israelita Marplatense (SUIM), Isaac Saúl; y representantes de varias instituciones religiosas de la ciudad, que componen el Consejo Ecuménico y autoridades de distintos sectores de la comunidad local, entre ellos el Presbítero Walter Pereira, de la Diócesis Mar del Plata; el jazán seminarista de la comunidad judía marplatense Daniel Somerstein; el Pastor Silvio Schatz, representante de la Iglesia Luterana, y miembros de las Fuerzas Armadas.
En el inicio se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y del Himno Nacional de Israel "Hatikvah" (Esperanza). A continuación se proyectaron el video institucional "Historias de Abuelas. La identidad no se impone", realizado por personal del Teatro Auditorium-Centro Provincial de las Artes, y otro sobre el atentado acontecido el 18 de julio de 1994.
Luego, se dio lectura a la lista de los nombres de las 85 víctimas del atentado a la AMIA, y se leyó la ordenanza Nº 16.231/04 por la que el Departamento Ejecutivo se comprometió a realizar el 18 de julio de cada año, un acto central en repudio de toda forma de violencia o persecución política, étnica, racial, religiosa o de cualquier tipo, fijando como eje la memoria, justicia y convivencia.
En primer término habló Ciano, que dio la bienvenida a los presentes y vertió los siguientes conceptos: "Buenos días, bienvenidos a este recinto del Concejo Deliberante. Una vez más para un acto de memoria, para reflexionar juntos. Cuando mirábamos el video de las Abuelas, que nos sigue emocionando; y el otro, que vimos ahora excepcionalmente en esta fecha, pensamos en las vidas truncadas que seguirán presentes en nuestra memoria. Ese atentado terrorista sigue generando más dudas que certezas en cuanto a los verdaderos autores, los partícipes. Estos ejercicios de memoria que, gracias a Dios, se han hecho habituales, nos permite entender la importancia de la memoria".
Durante su alocución, Ciano evocó una historia en torno a la postura de Hitler por lo que estaban haciendo sus generales y la repercusión internacional. "No se preocupen, piensen en lo que se hizo con los armenios y nadie lo recuerda", es la frase que garantiza la tranquilidad en la impunidad. "Estos ejercicios de memoria sirven para recordar, volver a pasar por el corazón a nuestros familiares, amigos y allegados. Y hay que seguir reclamando justicia, como las Abuelas, que lo hicieron pacíficamente, pero sin dejar de pasar un día. Ojalá la justicia llegue algún día por este atentado cruel que afectó, sin dudas, a nuestro país. Argentina es un país de encuentro, más allá de este hecho aberrante, Mar del Plata es una ciudad de encuentro", manifestó Ciano, que recordó que mañana, sábado 18 de julio, se inaugura una nueva edición de la Feria de las Colectividades. "Ojalá llegue la justicia para que las víctimas puedan descansar en paz. Lo importante es que estemos todos juntos reclamando justicia".
Luego de la disertación breve de un joven de la SUIM y las evocaciones religiosas de los distintos representantes de cleros presentes, el Presidente de la Sociedad Unión Israelita Marplatense, Isaac Saúl, señaló: "Mañana se ha de cumplir el 21º aniversario del trágico atentado a la AMIA, un ataque anónimo, feroz, perverso, sanguinario, sorpresivo, astuto, ignominioso, cruel. Las características vergonzosas de ese pavoroso crimen impide a sus autores enorgullecerse del daño ocasionado. Tampoco sus presuntos autores colaboran para esclarecerlo. Son numerosos los indicios que permiten sospechar el motivo que indujo a sus autores a planear este horrible atentado. Lo que sí sabemos es que estos dos atentados sirvieron de útil experimento para una larga serie de atentados posteriores en todo el mundo, sirvieron para saber que los planes eran realizables, sirvieron para evaluar el daño que podían causar, sirvieron para perfeccionar sus diabólicos planes, sirvieron para medir el grado de impunidad que podía lograrse. Los 21 años transcurridos no significan que el atentado haya pasado. Todavía protegemos el frente de nuestros edificios con parapetos de contención, las puertas con guardias y cámaras de seguridad, todavía evitamos el ingreso de público a nuestros eventos culturales, en todo momento nuestras conductas deben tener presente el atentado, del cual aún no se puede saber el motivo. Sólo sabemos que es por nuestro amor; el amor que no conocen los terroristas; ellos sólo conocen el odio, su odio que sólo satisfacen con el terror".
Después Zerillo señaló: "A 21 años nos encontramos recordando este horrendo atentado, a sus víctimas y sus familias atravesadas por el dolor. Siempre es importante ponerle cara a la memoria, humanizar ese recuerdo. Y esa memoria, que reclama justicia y que la justicia ha estado en falta durante tantos años, ahora, a pocos días del inicio del juicio por encubrimiento del atentado. Y quisiéramos saber por qué se hizo eso, quienes estaban interesados en encubrir. Uno podría así tirar de un hilo y llegar a los autores del atentado. La necesidad de saber y la habilidad del ingenio nos debe permitir llegar a la verdad, para desalentar estos hechos. Estos actos nos permiten pensarnos como comunidad, compartiendo las distintas miradas y creencias. No podemos permitir que el odio racial y quienes militan en el olvido tengan cabida en esta comunidad".