El presidente del Honorable Concejo Deliberante de General Pueyrredon, arquitecto Marcelo Artime, impulsa la puesta en marcha de un Plan de Promoción de Inversiones en beneficio de tres edificios emblemáticos de la ciudad, conocidos como Royal –Diagonal Alberdi y Santa Fe-, Hurlingham -Boulevard Marítimo Peralta Ramos entre Pellegrini y Bernardo de Irigoyen- y Château Frontenac –Alvear y Bolívar-.
Se trata de tres edificios que se encuentran cerrados, afectados por un notable proceso de deterioro y fueron puestos en venta por sus actuales propietarios, habiéndose producido en los últimos meses varias consultas por parte de potenciales inversores pero sin que hasta el momento se haya concretado ninguna operación.
“Este es el momento adecuado para que la Municipalidad se muestre pro-activa, intervenga y utilice las herramientas que tiene a su alcance para hacer esas operaciones lo más tentadoras posibles para los inversores, tanto nacionales como internacionales” afirmó Artime.
En este sentido, el actual titular del Concejo Deliberante local recordó que los mencionados son tres edificios claves de la ciudad, tanto por sus dimensiones como por el sector donde están ubicados, en tanto que su actual estado de deterioro no solo implica la existencia de una capacidad de construcción ociosa sino también produce un perjuicio en el entorno urbanístico.
El proyecto impulsado por Artime, que en los próximos días comenzará a ser tratado por los integrantes del Concejo Deliberante, contempla dos líneas de acción. Por un lado, otorgarles a los inmuebles involucrados indicadores urbanísticos que permitan su rehabilitación en el marco de una ecuación económica redituable. Por el otro, la motorización desde la propia Municipalidad de General Pueyrredon de rondas de reuniones entre los potenciales inversores y los actuales propietarios de los inmuebles
Al respecto cabe puntualizar que en el caso del Château Frontenac se incentiva la restauración del edificio original en tanto que en el Hurlingham se incentiva su reciclaje y refuncionalización. En el caso del Royal no hay construcciones de valor arquitectónico, solo el hotel original.
Artime recalcó que los incentivos del proyecto apuntan a la preservación del patrimonio y que se privilegian los usos de hotel por sobre los de vivienda multifamiliar, aunque esta última opción no se descarta.
Características
El proyecto elaborado por Artime recuerda que cada uno de los edificios que se quieren recuperar tiene características singulares, relacionadas con el desarrollo político, social y urbanístico de la ciudad.
En el caso del Hotel Hurlingham, se trata de un edificio cuyo estilo arquitectónico se inscribe en el denominado “movimiento moderno” y que durante las primeras décadas del siglo XX fue uno de los preferidos de las clases altas que veraneaban en la ciudad.
La tendencia se prolongó hasta la década del ’40, cuando la política de turismo social implementada por el gobierno peronista provocó que distintos gremios nacionales compraran cerca de 30 hoteles en Mar del Plata, en un fenómeno que el especialista inglés en historia del turismo, John Walton, calificó como “único en el mundo”.
Entre los hoteles involucrados por esta política figuró el Hurlingham, que en 1948 fue adquirido por la Federación de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS), cuyo secretario general era Angel Borlenghi, también Ministro del Interior del General Perón. Esto lo convirtió en un caso emblemático por lo cual siempre se lo mencionó como el “primer hotel sindical de Mar del Plata”, aun cuando había algunos casos anteriores.
Ubicado en Boulevard Marítimo Peralta Ramos 4063 con salida a la calle Gascón, el inmueble posee un lote de 1936 metros cuadrados. En 1992 FAECYS se lo vendió a un privado y allí empezó su decadencia.
Otro de los hoteles adquiridos por gremios fue el Royal, ubicado en diagonal Alberdi 2455. El edificio fue comprado en 1966 por la Unión Obrera Metalúrgica –UOM-, cuyo secretario general era Augusto Timoteo Vandor. El gremio inició una ambiciosa obra pero la misma quedó detenida a partir del asesinato de Vandor.
El tercer caso contemplado por el proyecto de Artime es el del Château Frontenac, ubicado en Alvear 2010, entre Colón y Moreno. Denominado originalmente como “Villa Kelmis”, su construcción data de 1912 y fue realizada por Adán Gandolfi a pedido de sus propietarios, Antonio Leloir y su esposa Adela Unzué de Leloir. El edificio recibió diversas ampliaciones hasta 1920, con la intervención sucesiva de los profesionales Alula Baldassarini y Alejandro Bustillo. En el año 1960, se construyeron dos cuerpos de habitaciones linderos al edificio original sobre las calles Alvear y Moreno.
Según el historiador Roberto Barilli, la arquitectura del Château Frontenac combina dos estilos bien diferenciados: desde el más puro renacimiento español hasta el colonial y el genuinamente francés. Por estas y otras razones el edificio fue declarado de interés patrimonial por la Municipalidad de General Pueyrredon.