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Lunes 10 de Marzo de 2014

La Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia reconoció a la hermana y la mamá de Fernando Lario, en el Día Internacional de la Mujer

    Laura Lario, y Sara Escobar, hermana y mamá de Fernando Lario respectivamente, el arquitecto y docente universitario desaparecido hace 20 meses, recibieron hoy una distinción por parte de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, en el marco de las actividades desarrolladas en Mar del Plata con motivo del Día Internacional de la Mujer.
El acto –que se llevó a cabo en la Presidencia- fue encabezado por la anfitriona, la Presidente del Honorable Concejo Deliberante, Vilma Baragiola; y la delegada de la repartición provincial, Daniela Castro. Asistieron familiares, amigos y colegas de Lario, que desapareció el 7 de Julio de 2012.
            “Este es el espacio de todos los marplatenses y bataneases, les damos la bienvenida y ojalá que esta lucha pronto encuentre respuestas”, señaló Baragiola.
“Hay que brindar un reconocimiento a la familia Lario y acompañarlos porque está haciendo un gran y continuado esfuerzo. La de Fernando es una desaparición que no tiene causas políticas. Y marplatenses somos todos: por eso nos puede ocurrir a cualquiera lo que le pasó a él. También es cierta esa influencia de la dictadura, esa postura de “no entrometerse”, pero todos debemos comprometernos para que él aparezca”, consignó Castro.
La mamá de Fernando, Sara Escobar, agradeció la recepción de una distinción por parte de la Provincia –que lleva la frase “Memoria, Verdad, Justicia”-, y agregó: “Lo recibo en nombre de todas las madres. Mi hijo era bueno y cariñoso. Un día se despidió de mí diciéndome: `Vengo más tarde´. Y todavía lo estoy esperando. Lo poco que se sabe -y que avanzó la causa- lo empujamos nosotros, golpeando puertas. Necesitamos acompañamiento de la justicia”.
En tanto, la hermana, Laura, también agradeció el gesto y acotó: “Necesitamos gente comprometida, que nos prometa lo que va a cumplir. Este reconocimiento es un mimito al alma. Nosotros somos una familia unida: yo tengo un hijo de 8 años y un sobrino que nos preguntan qué pasó. Es duro sobrellevar la carga de esta ausencia, pero no pensamos bajar los brazos”.