La comunidad judía en Mar del Plata y la Municipalidad ratificaron su vínculo interinstitucional, plasmado en la realización de cursos de capacitación a docentes y en la organización de actos como el desarrollado ayer. Fueron encendidas seis velas en honor a las víctimas del Holocausto.
El Honorable Concejo Deliberante de General Pueyrredon llevó a cabo ayer, martes 29 de Enero, con el acompañamiento de la Sociedad Unión Israelita Marplatense (SUIM) el cabo el acto oficial por el Día Internacional de Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto, que se desarrolló por la tarde en las instalaciones del Centro Cultural Villa Victoria Ocampo, Matheu 1851.
Aunque suele llevarse a cabo todos los años en el recinto de sesiones, en esta ocasión se decidió el cambio de locación al coincidir en la Villa Victoria la presentación de la muestra “Ana Frank, una historia vigente”, realizada por la Fundación Ana Frank en Holanda, que se exhibe en Mar del Plata a través del Centro Ana Frank Argentina. Esta iniciativa tiene el objetivo de acercar al mundo entero el testimonio de Ana Frank, “a fin de contribuir a la construcción de una sociedad libre y pluralista donde se garantice la igualdad y el respeto por los derechos humanos, y en la que la discriminación y la intolerancia no sean aceptados”.
Además de Ariel Ciano, Presidente del HCD, también asistieron el secretario de Gobierno, Marcelo Jorge Artime –en representación del intendente Gustavo Pulti-; la directora de Cooperación Internacional y de Relaciones con las ONG, Ariana Bazán; la directora de la Mujer, Alejandra Patuto; el secretario de Cultura, Luis Reales; el Presidente del Consejo Escolar, José Arbanesi; y los concejales Héctor Rosso, Leandro Laserna, Marcela Amenábar y Daniel Palumbo (AM) y Mario Rodríguez (UCR); otros funcionarios del Departamento Ejecutivo; e invitados especiales, entre quienes se puede mencionar a miembros del Cuerpo Consular, como el cónsul de Italia, Marcello Curci; el presidente de la Fundación Amigos del Centro Ana Frank, Julio Toker; la señora Tauba Cymbrot de Gomplewicz, sobreviviente del Holocausto; legisladores provinciales como el diputado Alfredo Lazzeretti; representantes del Poder Judicial, como el juez Mario Portela; autoridades eclesiásticas –como el vicario general de la Diócesis de Mar del Plata, Gabriel Mestre-; de los colegios magistrales, universitarias y de organismos de derechos humanos, además del Consejo Escolar y los medios de comunicación.
En primer término habló Ciano, que señaló: “Fundamentalmente nos enorgullece que Tauba Cymrot cuente su testimonio, que es una parte relevante de su vida. Solemos reunirnos en el Concejo Deliberante para reflexionar sobre la Shoá y el Holocausto y este año decidimos en conjunto con Marcelo Artime y Héctor Rosso -un promotor incansable de los actos que permitan reflexionar sobre las masacres y genocidios- venir a la Villa Victoria donde se expone la muestra de Ana Frank, una propuesta que los marplatenses pueden disfrutar gracias a la sugerencia de (el empresario teatral) Carlos Rottemberg. Por eso, hacerlo aquí en coincidencia con la muestra de Ana Frank es una de aquellas situaciones que nos permite repensar nuestro pasado, pensar nuestro presente y proyectar nuestro futuro”.
“Cuando uno piensa lo que sucedió en el siglo XX, se avanzó muchísimo en medicina y ciencia. Seguramente podremos encontrar hechos solidarios y heroicos, pero también ha sido un siglo signado por los genocidios, recurrentes -creo yo- porque no logramos como humanidad transmitir lo que implican. En 1939, Hitler le decía a sus generales que no se preocuparan por lo que iban a emprender porque nadie hablaba de lo que les había pasado a los armenios”.
El titular del Cuerpo Deliberativo añadió: “Es increíble que hayan existido otros genocidios, con lo que sufrió esa gente o cuando pensamos lo que pasó en nuestros países con las dictaduras cívico-militares, hay una responsabilidad claramente nuestra como sociedad por la indiferencia. Parece mentira que en pleno siglo XXI sigan violándose los derechos humanos, todos los días en algún rincón del mundo”.
Ciano continuó señalando: “Nos parece que todo ejercicio de memoria es necesario, porque la palabra es el vehículo para transmitir lo mejor de la humanidad para valorarlo y lo peor que pueda hacer la humanidad para que no ocurra nunca más. Es imprescindible la memoria, necesaria la justicia y nuestro deber es sostener viva la memoria para que hechos como el revivido aquí no ocurran nunca más”.
Schujman, por su parte, señaló: “El Holocausto es la máxima expresión del daño que el hombre puede provocar a su prójimo; este acto constituye un nuevo eslabón en la cadena de acciones que llevan a cabo la Municipalidad y la comunidad judía (SUIM-DAIA) en pos de un mundo mejor donde la convivencia en la diversidad cultural se dé en el reconocimiento del otro como un ser igual, con las diferencias que tenemos pero con los mismos derechos. Sitios de la memoria y educación en el aula y actos son elementos para ello. Doble emoción nos produce la realización del acto en este lugar”.
Schujman agregó: “Con el apoyo incondicional de la Municipalidad se ha educado a 800 docentes de 2008 a 2012, ocho cursos en ese lapso. Y tuve el honor de integrar la delegación argentina ante la ITF, Alianza Internacional para la Recordación del Holocausto, un órgano dependiente de ONU, de 30 países, donde se hace investigación y recuerdo, y se lucha contra la negación y el antisemitismo”.
En tanto, Toker manifestó: “Los marplatenses son magníficos anfitriones. Nos han recibido con las manos abiertas. No es común que esto suceda. Ana Frank tuvo que esconderse para tratar de ser asesinada, se refugió en la escritura como medio de resistencia. Creía en la paz, en el respeto y en la no discriminación. En la bondad del ser humano. Durante ese encierro volcó todos sus sentimientos, sueños, expresiones, lo que sufría en ese martirio, con la esperanza de una posterior salida y conocer un mundo mejor. Ella quería ser escritora. Su padre lo difundió, no sabía de la profundidad de su pensamiento, nivel de autocrítica, de su proyecto y sueños. Eso pasa con los jóvenes, a quienes hay que escuchar, respetar y comprender porque ahí veremos su verdadera potencialidad para ser, crear y hasta enseñarnos”.
En tanto, Tauba Cymrot evocó su lúgubre experiencia en los guettos. “Yo era una chica normal, se decía en el pueblo lo que pasaba en Alemania, algunos creían, otros no. Muchos sólo pensaban en sí mismos. Hasta que empezó la Guerra y la gente corría a comprar provisiones. Tenía 12 años. Había una sola bomba de agua, no era fácil llegar hasta ahí. Hasta que se escucharon los pasos fuertes y al día siguiente lo primeros muertos; habían llegado los alemanes”.
Entonces, Tauba recordó cuando llegó la convocatoria para llevarse personas entre 15 y 25 años: “Salí y mi madre me dejó un papel con la dirección de mi padre en Argentina. Me llevaron a un guetto; un sitio sucio, con trenes, gritos y perros ladrando. Nadie sabía nada. Nos dejaron en un lugar cerrado, no sabíamos si estábamos de pie o sentados. Hubo malos tratos constantes. Había que hacer caso, sin llorar. Y trabajé de modista. Sobreviví, vine a la Argentina y consolidé una familia hermosa, con hijos, nietos y dos bisnietos más otros dos en camino”.
En el siguiente segmento del acto se procedió al encendido de velas. La primera, “en memoria de los seis millones de judíos asesinados en la Shoá”; la segunda, “por el millón y medio de niños asesinados en el mismo período”; la tercera, “por los miles de asesinados por los nazis en los campos por sus ideas políticas, religiosas o minorías culturales”; la cuarta, “en memoria de los justos entre las naciones que arriesgaron sus vidas para salvar a los judíos de la muerte”; la quinta, “en memoria de los sobrevivientes ya fallecidos”; y la sexta, “para iluminar el camino de la construcción de una sociedad mejor”.
A continuación, la intérprete Andrea Porcel en clarinete y Aaron Kemelmajer en violín, integrantes de la Orquesta Sinfónica Municipal, presentaron un breve y emotivo espectáculo, que incluyó fragmentos de la banda de sonido de la película “La lista de Schindler”.
Finalmente, la representante de las guías de la muestra “Ana Frank” leyó un breve discurso donde destacó la necesidad de mantener viva la memoria para evitar que hechos históricos extraordinarios como el Holocausto se repitan en el futuro.
Vale destacar que el mencionado acto tuvo lugar en el marco de la Resolución 60/7 de la ONU, y en esta ocasión hubo discursos de las autoridades del SUIM, el Ejecutivo y el HCD presentes, además del encendido de velas en homenaje a las víctimas del Holocausto.
Reconocimiento a Taube Cymrot
La asistencia de Tauba Cymrot al homenaje en la Villa Victoria del “Día Internacional de conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto” fue celebrada por los organizadores y asistentes, y además reconocida por el plenario del Honorable Concejo Deliberante que, a partir de una iniciativa del concejal de Acción Marplatense (AM), Héctor Rosso, la distinguió con la figura “Visitante Notable”, en reconocimiento a su lucha y trascendencia social y política.
Cymrot, oriunda del pueblo de Chimielnik (Polonia) y con sólo 13 años fue sorprendida por la invasión nazi. Luego de 3 años de sufrimiento en el gueto de su pueblo fue deportada a varios campos de trabajo entre ellos: Skrzysko – Kamiene, Hase- Werg y Chenstochova.
Tras ser liberada en 1945, llegó a la Argentina con su esposo y su hijo David. Y desde ese momento dio testimonio en forma ininterrumpida hasta nuestros días, de su padecimiento en los campos de exterminio.
Su presencia en el acto alcanzó ribetes significativos ya que en esta ocasión la conmemoración se llevó a cabo en la Villa Victoria; espacio municipal que donde se ha montado la muestra de Anna Frank, que estará funcionando durante toda la temporada de verano.