A 25 años del atentado a la mutual judía AMIA en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se llevó a cabo un acto oficial conmemorativo en el recinto de sesiones del Honorable Concejo Deliberante de General Pueyrredon. Presidido por su Presidente, el concejal Guillermo Sáenz Saralegui (AA), también estuvieron presentes la titular del SUIM de Mar del Plata, Claudia Malamud; el Vicario General Luis Albóniga, de la Diócesis local; el Hassan seminarista Daniel Somerstein; la directora general de Promoción y Protección de Derechos Humanos, Sonia Rawicki, en representación del intendente Carlos Fernando Arroyo; otros miembros del Departamento Ejecutivo; los concejales Patricia Mabel Serventich y Marcelo Carrara (AA); Alejandro Carrancio (CREAR Mar del Plata); Ariel Ciano e Ilda Mercedes Morro (1PAIS); Santiago Bonifatti (monobloque); Vilma Baragiola, Cristina Coria y Mario Rodríguez (UCR); además de miembros de la comunidad judía local, e invitados especiales.
En principio, se proyectó el video institucional “Historias de Abuelas. La identidad no se impone”, realizado por personal del Teatro Auditórium-Centro Provincial de las Artes. Luego, el Presidente del HCD dio la bienvenida y se expresó en torno a la fecha y el acontecimiento en conmemoración:
“El paso y el peso del tiempo puede ser relativo, en función de la situación que estemos evocando. A veces, podemos considerar que 25 años transcurren muy rápido, si pensamos en un momento feliz de nuestras vidas. En otras ocasiones, la sensación es inversa.
Si nos detenemos a pensar que han pasado 25 años del atentado a la AMIA, entonces, podemos experimentar y comprender el peso doloroso del tiempo transcurrido. Porque hablamos de un ataque terrorista sufrido contra la República Argentina, con un saldo de 85 personas asesinadas y 300 heridas, y el mayor ataque contra objetivos judíos desde la Segunda Guerra Mundial.
A 25 años de ese terrible momento sufrido por la comunidad judía en el país y por todos los argentinos, seguimos cargando con deudas pendientes y con la vergonzante sensación de sentir que no hubo justicia, que hubo encubrimiento, que hubo silencio cómplice y que los argentinos aún no podemos asumir el costo de buscar y hacer justicia, por los muertos, por los deudos, por los allegados y por quienes nada tienen que ver con la comunidad judía. Porque todos somos responsables y tenemos un rol importante en la comunidad, si queremos vivir en un país justo, inclusivo y soberano.
No podemos ni debemos hacernos los distraídos. Atentados como el de la AMIA no permiten la toma de posturas ambiguas; sino que, por el contrario, nos interpelan y obligan a pararnos bien firmes en el único lugar posible: el del pedido y búsqueda de justicia y de mantenimiento de la memoria de lo que ocurrió. Porque si no tenemos en claro qué nos pasó y de dónde venimos, nuestro porvenir como comunidad es, más bien, difuso.
Los argentinos debemos demostrar madurez y asumir nuestras responsabilidades. El camino a transitar no está marcado y deberemos encararlo con lo que tenemos y somos, sabiendo que es la única manera de establecer las bases sólidas de un país que desea crecer en concordia, con las puertas abiertas para la integración y el desarrollo justo y sin odios”.
Después, a las 9.53 horas, sonaron las sirenas típicas en esta conmemoración. Y a continuación se proyectó un video que refleja los pensamientos de algunos jóvenes nacidos esa aciaga jornada: el 18 de julio de 1994.
Después fue el turno de Camila Sánchez, una integrante de la Juventud del SUIM, a quien le sucedió la academicista Alfonsina Guardia.
Durante el acto, el locutor oficial del Honorable Concejo Deliberante leyó, uno por uno, los nombres de las víctimas del atentado. Después de cada nombre mencionado, los presentes entonaban: ¡Presente!
También se expresó Sonia Rawicki: “En pleno siglo XXI parece mentira que no podamos comprender ni asumir que somos parte del otro; que somos el otro. Siguen sucediéndose los crímenes por odio. La justicia debe actuar y convertirse en un valor moral de la comunidad”.
En tanto, la titular del SUIM, Claudia Malamud, manifestó: “El dolor sufrido es de todos. Todos somos víctimas. El terror creció en nuestro país. Por eso, sostengo que somos todos argentinos y judíos. El atentado es la máxima expresión del odio y de la venganza. Nunca dejaremos de exigir justicia. El futuro se construye honrando el pasado y manteniéndolo vivo. Hay 85 vidas arrancadas y 25 años de impunidad”.