Información de Expediente

2015 - E - 1665
Fecha de Entrada: 03/07/2015
Carátula: Proyecto de ORDENANZA
Iniciador: FRENTE PARA LA VICTORIA
Autor:
Tema:
Categoría: PROYECTOS DE BLOQUES
Estado: AFECTADO POR ARTICULO 32º/2024
Desde: 29/02/2024
Agregado a:
Observaciones:
Proyecto 1: Ordenanza
Desplazando de manera definitiva el nombre de "Julio A. Roca" de cualquier espacio público en el Partido de Gral. Pueyrredon y sustituyéndolo por el de "Pueblos Originarios".

Giros

Código Comisión Fecha Entrada Fecha Salida Dictamen
033 EDUCACION Y CULTURA 07/07/2015 14/07/2015 Aprobado
001 LEGISLACION, INTERPRETACION, REGLAMENTO Y PROTEC. CIUDADANA 14/07/2015 09/08/2018 Art. 52° del R.I.
001 LEGISLACION, INTERPRETACION, REGLAMENTO Y PROTEC. CIUDADANA 14/08/2018 28/03/2019 Art. 52° del R.I.
001 LEGISLACION, INTERPRETACION, REGLAMENTO Y PROTEC. CIUDADANA 05/04/2019 15/08/2019 Art. 52° del R.I.
001 LEGISLACION, INTERPRETACION, REGLAMENTO Y PROTEC. CIUDADANA 20/08/2019 21/05/2020 Art. 52° del R.I.
001 LEGISLACION, INTERPRETACION, REGLAMENTO Y PROTEC. CIUDADANA 01/06/2020 06/11/2020
001 LEGISLACION, INTERPRETACION, REGLAMENTO Y PROTEC. CIUDADANA 06/11/2020 06/11/2020 Art 52 Reglamento interno
001 LEGISLACION, INTERPRETACION, REGLAMENTO Y PROTEC. CIUDADANA 16/11/2020 01/03/2021
047 LEGISLACIÓN, INTERPRETACIÓN, REGLAMENTO 01/03/2021 29/02/2024 Art. 32º del R.I
Texto del Proyecto Original Presentado
Este texto puede diferir del aprobado a la finalización del Proceso Legislativo, para ver el definitivo una vez aprobado dirigirse a Consulta del Digesto



                                        Mar del Plata,  30 de junio de 2015.

Al Presidente del

H. Concejo Deliberante

Sr. Ariel Ciano

S------------/------------D


VISTO:

      La existencia de espacios públicos del Partido de General  Pueyrredón,

llamados “Julio A. Roca”.


CONSIDERANDO:

      Que Julio  A.  Roca  fue  un  político  y  militar  argentino,  máximo

representante de la Generación del Ochenta.

      Que se conoce como Generación del Ochenta a un grupo de  intelectuales

y políticos argentinos, que gobernaron la República Argentina a  través  del

Partido Autonomista Nacional, durante aproximadamente treinta años.

      Que este grupo aristocrático mantuvo su posición privilegiada, durante

la consolidación del Estado Argentino, a través del  fraude  electoral,  así

como  otras  maniobras  espurias,  apoyados  en  privilegios  económicos   y

sociales.

      Que debido a diversas decisiones políticas llevadas a cabo  por  Roca,

no puede ser llamado Prócer de la Patria, ya que gran parte de las  acciones

más infames de nuestra historia, fueron perpetradas bajo su comando.

      Que durante años, el ex Presidente Roca, fue homenajeado como  uno  de

los integrantes del “Panteón Histórico de Próceres”,  debido  a  haber  sido

quién ideó, lideró y concretó,  la operación táctica-militar  conocida  como

“La Campaña del Desierto”.

      Que al mencionar a “La Campaña del Desierto”, haremos referencia a las

empresas militares realizadas entre los años 1879 al 1885.

      Que para llevar a cabo  este  plan,  el  4  de  octubre  de  1878  fue

sancionada  la  ley  N°  947,  que  destinaba  1.700.000   pesos   para   el

cumplimiento de la ley de 1867,  ordenando  llevar  la  frontera  controlada

efectivamente por el Estado  argentino  hasta  los  ríos  Negro,  Neuquén  y

Agrio.

      Que producto de las nuevas  corrientes  historiográficas  surgidas  en

nuestro país,  se  ha  demostrado  de  manera  fehaciente,  que  la  campaña

anteriormente mencionada, fue perpetrada con el único objeto  de  garantizar

tierras y riquezas agrarias, a los altos mandos del Ejército Argentino, y  a

la Oligarquía Terrateniente.

      Que luego de finalizada la “Campaña del Desierto”, comenzó el  dominio

del latifundio en la República Argentina, ya que se repartieron 41  millones

de hectáreas a 1843 terratenientes.

      Que fueron entregadas, por ejemplo, 2.500.000  hectáreas  al  entonces

presidente de la Sociedad Rural José María Martínez  de  Hoz,  bisabuelo  de

quién fuera  Ministro  de  Economía  durante  la  última  Dictadura  Cívico-

Eclesiástico-Militar.

      Que gracias al desarrollo de este accionar  militar,  a  expensas  del

Estado Argentino, fueron favorecidas un escaso grupo  de  familias  que  hoy

continúan disfrutando los beneficios económicos y sociales, tales  como  los

Pereyra Iraola, los Oromí, los Unzué, los Anchorena, Amadeo,  Miguens,  Real

de Azúa, Leloir, Temperley, Llavallol, Arana, Casares,  Señorans,  Martín  y

Omar.

      Que es de público conocimiento que los territorios  afectados  por  el

desarrollo de este plan militar, lejos estaban de asimilarse a un  desierto,

ya que existían incontables comunidades originarias que habitaban su suelo.

      Que no es posible justificar la matanza  de  los  nativos,  perpetrada

por el Ejército Argentino, escudándose en que era la única alternativa  para

integrar estas zonas geográficas al Territorio Nacional Argentino.

      Que existen en Latinoamérica,  durante  el  mismo  período  histórico,

otros casos paradigmáticos de integración de Comunidades Originarias  a  los

modelos de Estado-Nación, tales como el Modelo Integracionista  Mexicano,  o

el Proceso de Integración Peruano.

      Que durante la Gobernación del Brigadier General Don  Juan  Manuel  de

Rosas, en la Provincia de Buenos Aires, la paz en la frontera fue  mantenida

mediante la realización de “pactos” con los  Caciques  de  estos  pueblos  y

otros mediadores indígenas llamados “indios amigos”.

       Que  estas  prácticas  llevas  a  cabo  por  “El  Restaurador”  Rosas

demuestran la posibilidad de diálogo y consenso, que se podía  producir  con

los nativos de la Patagonia.

      Que de esta  forma,  se  hace  imposible  argumentar  a  favor  de  la

necesidad de llevar a cabo prácticas de  exterminio  por  parte  del  Estado

Argentino.

      Que según cálculos de la época,  realizados  por  el  Departamento  de

Guerra y Marina en 1879, “se tomaron prisioneros cinco caciques  principales

y uno fue muerto (Baigorrita),  1.271  indígenas  de  lanza  fueron  tomados

prisioneros, 1.313 indios de lanza  resultaron  muertos,  10.513  indios  de

chusma fueron tomados prisioneros, y 1.049 indios fueron reducidos”.

      Que se debe considerar que dentro de estos cálculos, no  se  toman  en

cuenta las posteriores campañas realizadas entre 1880  y  1885,  durante  la

Presidencia de Roca, así como tampoco se tienen en cuenta a las  poblaciones

indígenas que no tomaron parte de manera activa en el conflicto  (mujeres  y

niños).

      Que puede observarse el racismo presente en el pensar  y  accionar  de

quién comandó esta campaña, según se  desprende  de  los  dichos  del  mismo

Roca, al afirmar que “La ola de bárbaros que  ha  inundado  por  espacio  de

siglos las fértiles llanuras ha sido  por  fin  destruida...  El  éxito  más

brillante acaba de coronar esta expedición dejando así libres  para  siempre

del dominio del indio esos vastísimos territorios  que  se  presentan  ahora

llenos de deslumbradoras promesas al inmigrante y al capital extranjero”.

      Que las matanzas acaecidas eran justificadas  en  documentos  emitidos

por el Congreso de  la  Nación  durante  esos  años,  donde  se  hablaba  de

“exterminar a los indios salvajes y bárbaros de Pampa y Patagonia”.

      Que las masacres llevadas a cabo por  el  Ejército  Argentino,  fueron

aceptadas gracias al desarrollo de una campaña mediática  de  influencia  en

la opinión pública, tal como se desprende, por ejemplo, de  los  dichos  del

diario  La  Prensa  del  16/10/1878:  “La  conquista  es  santa;  porque  el

conquistador es el Bien y el conquistado el Mal. Siendo Santa  la  conquista

de la Pampa, carguémosle a ella  los  gastos  que  demanda,  ejercitando  el

derecho legítimo del conquistador”.

       Que  este  tipo  de  apreciaciones  de  la  época,  no   pueden   ser

argumentadas  como  parte  de  la  cosmovisión  dominante  en  el   contexto

histórico  analizado,  debido  a  que  existen  testimonios,  anteriores   y

contemporáneos a las campañas, que se oponían a dicho accionar.

      Que según palabras del General Don José de San Martín, en uno  de  sus

más recordados  discursos,  llama  a  los  indios  “nuestros  compatriotas”,

mientras arenga a sus tropas a continuar la lucha bajo cualquier  condición,

ya que lo fundamental para un futuro próspero y equitativo, es la  obtención

de la libertad.

      Que producto de las nuevas corrientes historiográficas  revisionistas,

esta campaña es considerada como un genocidio, debido a numerosas  prácticas

realizadas de manera infame por el Ejército Argentino.

      Que según los dichos del Doctor Raul Zaffaroni,  "el  genocidio  tiene

muchas singularidades. Una de ellas es que  requiere  del  consentimiento  o

indiferencia de un sector de la población. Otra,  que  ocurre  con  técnicas

meramente policiales. Y cuando lo  ejecutan  fuerzas  armadas  lo  hacen  en

función policial. Se fabrica al enemigo y se lo elimina, de eso se trata".

      Que tal como se desprende del “Estatuto de Roma”  de  la  Corte  Penal

Internacional (1998-2002), así como de la “Convención para la  Prevención  y

la Sanción del Delito de Genocidio” (1948), se define al genocidio  como  un

delito internacional que implica “cualquiera de los  actos  perpetrados  con

la intención de  destruir,  total  o  parcialmente,  a  un  grupo  nacional,

étnico, racial o religioso como tal”, comprendiendo  la  “matanza  y  lesión

grave,  a  la  integridad  física  o  mental  de  los  miembros  del  grupo,

sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan  de

acarrear su destrucción  física,  total  o  parcial,  medidas  destinadas  a

impedir nacimientos en el seno del grupo, traslado por la  fuerza  de  niños

del grupo a otro grupo”.

      Que se  encuentran  documentadas  aquellas  prácticas  asimilables  al

genocidio, perpetradas bajo el comando del General Roca, tales como:

     a) Ataques a tolderías con mujeres y niños solos, en momentos  en  que

        los hombres adultos estaban en otras partidas.

     b) Instalación de campos de concentración en  las  actuales  Valcheta,

        Chichinales, Chimpay y Junín de los Andes.

     c) Separación y ruptura de núcleos familiares.

     d) Traslados por la fuerza de los prisioneros, caminando hasta  Carmen

        de Patagones, en donde los embarcaban rumbo a la isla Martín García

        (Recorrido de 1000 km).

     e)  Traslados  forzosos  de  familias  a  otros  sitios   dentro   del

        territorio, ocurridos de manera posterior a la campaña, llevados  a

        cabo por la “policía de frontera”.

     f) Cambio de sus  nombres  por  otros  españoles,  de  manera  que  no

        pudieran reconstruir su identidad familiar.

      Que dentro de los Territorios que abarcaban las actuales provincias de

La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz, se calcula que  habitaban

entre 50.000 y 60.000 pobladores originarios, y que luego de  finalizado  el

exterminio militar, la suma de  pobladores  descendió  a  menos  de  30.000,

siendo una gran parte de los sobrevivientes, destinados a  prestar  trabajos

en condiciones de servidumbre.

      Que fue bajo el comando  del  General  Roca,  que  casi  setenta  años

después de que hubiera sido eliminada la esclavitud por la Asamblea del  año

XIII, se hayan restablecido los antiguos métodos de dominación y  exterminio

a la libertad.

      Que estas afirmaciones pueden ser corroboradas a través de los  avisos

publicados en los diarios de la época.

      Que, por ejemplo, el diario “El Nacional” del  31-12-1878  publica  un

aviso de “Entrega de indios”, y  dentro  de  su  texto  explicita  que  “Los

miércoles y los viernes se efectuará la entrega de indios  y  chinas  a  las

familias de esta ciudad, por medio de la Sociedad de Beneficencia”.

      Que dentro del  mismo  diario  porteño  anteriormente  mencionado,  se

relata como se producían las entregas  de  estos  “Bárbaros”  a  sus  nuevos

“Dueños Civilizados”,  tal como se desprende del siguiente  relato:  “Llegan

los indios prisioneros con sus familias.  La  desesperación,  el  llanto  no

cesa. Se les quita a las madres  indias  sus  hijos  para  en  su  presencia

regalarlos a pesar de los gritos, los alaridos y las súplicas  que  hincadas

y con los brazos al  cielo  dirigen  las  mujeres  indias.  En  aquel  marco

humano, unos indios se tapan la cara, otros miran resignadamente  el  suelo,

la madre india aprieta contra el seno al hijo  de  sus  entrañas,  el  padre

indio se cruza por delante para defender a su familia de los avances  de  la

civilización”

      Que la zona geográfica-espacial, conocida como la  Patagonia,  fue  un

espacio especialmente prolífico para la cría de ganado ovino,  del  cual  se

extraía la lana, una de las materias primas de  mayor  demanda  durante  los

años en que acaeció esta operación.

      Que aquellas comunidades que habitaban el suelo americano son llamadas

Pueblos Originarios, designación  asignada  como  un  reconocimiento  a  sus

orígenes y cultura.

      Que para el paradigma Positivista, dominante durante la  época  de  la

expedición militar de Roca, era tarea del “Hombre Civilizado” exterminar  la

“Barbarie”, y estas comunidades preexistentes se  erigían  como  principales

exponentes de la contraposición al progreso Occidental.

      Que según palabras del  reconocido  historiador  Grabriel  Di  Meglio,

durante  su  presidencia  “la  desigualdad  de  ingreso  dio  un  salto  muy

significativo; la brecha  se  amplió  como  nunca  antes  y  esa  marca  tan

latinoamericana dejó una impronta muy dura en el país”.[1]

      Que producto de lo anteriormente mencionado, para  este  autor,  “Roca

puede ser el constructor del Estado, pero también puede ser,  si  exageramos

un poco, el padre del subdesarrollo”.

      Que fue durante la segunda presidencia de Roca, en el año 1902, cuando

se sancionó la Ley  4.144, conocida como  la  “Ley  de  Residencia”  o  “Ley

Cané”.

      Que el principal objetivo de esta ley, era  permitir  y  habilitar  al

Gobierno a expulsar inmigrantes sin juicio previo.

      Que este proyecto surgió a partir de un pedido formulado por la  Unión

Industrial Argentina al Poder Ejecutivo Nacional en 1899, a  raíz  del  cual

el senador Miguel Cané presentó ante el Congreso de la  Nación  el  proyecto

de expulsión de extranjeros.

      Que durante sus 56 años de vigencia se utilizaron diversos  "criterios

de  expulsión",   fundamentalmente  dirigidos  contra  los  movimientos   de

resistencia obrera.

      Que la “Ley de Residencia” se inserta dentro de una serie  de  medidas

represivas promovidas por los sectores  terratenientes  e  industriales,  en

ese entonces en el Gobierno.

      Que estas acciones fueron llevadas a cabo por medio del Estado  contra

anarquistas, socialistas y activistas obreros en general.

      Que esta ley, fue una de las principales armas de la  clase  dirigente

en una lucha que devino en sucesos como la Semana  Trágica  de  1919,  y  la

represión realizada en el sur de  nuestro  país  por  el  comandante  Héctor

Benigno Varela.

      Que según dichos del Diario La Prensa del día 6 de mayo del 1903,  “se

probó en repetidas ocasiones que los expulsados eran  hombres  tranquilos  y

laboriosos,  arraigados  de  largos  años  en  el  país,  padres  de   hijos

argentinos, y a pesar de todo se les arrancó de sus hogares y condenó a  sus

familias a la más espantosa miseria”.

      Que a partir de acciones como las anteriormente citadas, se dividieron

núcleos familiares, obligando a las mismas a llevar a cabo tareas de  escasa

remuneración económica, con el objetivo de subsistir.

      Que dentro de estos desmembramientos, podemos identificar el inicio de

las desigualdades sociales que regirán la vida  de  los  argentinos  durante

gran parte del Siglo  XX, perjuicios contra los cuales el  Estado  Argentino

continúa combatiendo.

      Que esta ley, fue derogada en 1958, bajo el  mandato  presidencial  de

Arturo Frondizi.

      Que sería un  justo  e  impostergable  reconocimiento  a  los  Pueblos

Originarios, masacrados impunemente hasta desplazarlos de  sus  territorios,

suplantar de los Espacios Públicos el nombre de “Julio A. Roca”.

      Que desde hace años, el  intelectual  argentino  Osvaldo  Bayer  lleva

adelante numerosas acciones tendientes a remplazar el nombre  de  Roca,  así

como el de otros partícipes de nuestro genocidio  sureño,  de  los  espacios

públicos de distintas órbitas (nacionales, provinciales,  municipales),  con

el objeto de reconocer  el  exterminio  y  reivindicar  la  memoria  de  los

desplazados y masacrados pobladores originarios.

      Que desde el  22  de  Mayo  del  2010,  se  llevan  a  cabo  Congresos

Nacionales  denominados   “Desmonumentar   a   Roca”   al   cual   concurren

delegaciones  de  todo  el  país  de  docentes,  estudiantes,  trabajadores,

miembros  de  instituciones  culturales,  representantes  de   los   pueblos

originarios y todos los que quieran participar.

      Que en la República Argentina, desde el 25 de Julio del año 2012,  fue

remplazado el billete de cien pesos  en  circulación  oficial,  donde  antes

figuraba la imagen del General Julio “Argentino” Roca, por un  nuevo  diseño

homenajeando a Eva Duarte de Perón.

      Que es una obligación  del  Estado,  ya  sea  Nacional,  Provincial  o

Municipal, combatir cualquier reconocimiento que se le  otorgue  a  aquellos

que  perpetraron  matanzas,  y  que  disfrutaron  los  privilegios   de   su

impunidad.

      Que es  un  compromiso  del  Estado  Nacional,  acabar  con  cualquier

vestigio de reconocimiento al genocidio, debido a que  la  convalidación  de

este tipo de prácticas, ha llevado al pueblo argentino a sufrir  etapas  tan

oscuras como siniestras, apartadas del camino democrático.

      Que la memoria colectiva es una construcción conjunta,  la  cual  debe

ser fomentada desde las  diversas  esferas  públicas,  para  de  esta  forma

garantizar un justo acceso a la información, y  un  sincero  tratamiento  de

los hechos ocurridos durante los diversos procesos históricos nacionales.

      Que el Honorable Concejo Deliberante del Partido de General Pueyrredón

ha tomado en numerosas oportunidades, la firme  decisión  de  erigirse  como

cuerpo legislativo de  referencia  nacional,  al  defender  reivindicaciones

histórico-culturales, siempre que tiendan a fomentar prácticas  democráticas

sanas e igualitarias.

      Que bajo el nombre de Anexo N°1, se adjunta una justificación desde el

plano socio-cultural, sobre la importancia  de  configurar  nuevos  procesos

reivindicatorios.


      Por todo lo expuesto, el Bloque  de  Concejales  del  Frente  para  la

Victoria  eleva  el siguiente proyecto de:


                                  ORDENANZA


Artículo 1.- Desplácese de manera definitiva, el nombre de “Julio A. Roca”

de cualquier espacio público del Partido de General Pueyrredón.


Artículo 2.- Sustitúyase el nombre del ex presidente de los sitios que

corresponda, siendo utilizada como nueva denominación la de “Pueblos

Originarios”.


Artículo 3.- Facúltese al Departamento Ejecutivo del Municipio,  a destinar

los fondos necesarios para la renovación de carteles, placas y otras formas

de reconocimiento, existentes en la Jurisdicción Municipal.


Artículo 4.- Encomiéndese al Departamento de Ingeniería de Tránsito,

dependiente del ENOSUR, la nueva señalización con el nombre de las calles

conforme los artículos precedentes de esta ordenanza.


Artículo 5.-  Encomiéndese a la Secretaría de Educación Municipal, al

Dipregep y al Ministerio de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos

Aires, con el objeto de que el tema sea tratado en todos los niveles

educativos.


Artículo 6.- De forma, etc.




                                  ANEXO N°1

                        - REFLEXION SOCIO-CULTURAL -


              Las calles, plazas y monumentos hacen parte de  nuestra  vida.

Estas  se configuran como las páginas de un libro de  historia.  Su  nombre,

refleja la manera de ver que  tenemos del mundo, y a su vez  el  pensamiento

que nosotros  queremos  plasmar  en  su   nominación.   A  través  de  esto,

aludimos a  figuras destacadas, hecho que implica  un  homenaje  al  pasado.

Por ello, constituyen un impacto trascendente de información,  un  canal  de

transmisión cultural permanente.

            De la nominación de los  espacios  públicos  de nuestra  ciudad,

se desprende el criterio que sus habitantes tengamos   de  la  historia.  Al

nombrar cualquiera de  los  mismos,  manifestamos  el  reconocimiento  o  la

negación que tengamos  de los derechos  constitucionales,  de  los  derechos

humanos, del respeto a las diferentes  nacionalidades  y/o  comunidades  que

la habitan.

             Los nombres  establecidos  van  incorporándose  por  años  como

representativos  o valiosos, de hechos trascendentales de nuestro  país.  Su

efecto es semejante a toda publicidad que quiera instalar un  producto.  Por

ello, es importante detenernos  como comunidad,  y  reflexionar  sobre  este

tema.

                 Así, el tiempo nos va gravando naturalmente  como  personas

dignas de respeto,   los  nombres  de  represores,  asesinos,   usurpadores,

violadores y ladrones de tierras. Es así como se permite a su vez,  que  los

grandes relatos de una vieja historia oficial siga convirtiendo en  próceres

a  traidores,   exaltando  genocidios  que  hicieron   desaparecer   pueblos

enteros.

               Peligrosamente, estamos mirando para otro  lado, dejando  que

nuestros  niños  y jóvenes acepten el honrar  crímenes  de  lesa  humanidad,

bendiciendo nuestra urbe con sus nombres.  Si  bien  se   está  reviendo  la

historia  desde  el  gobierno  nacional,  cada  uno   de    nosotros    debe

contribuir  a que aparezca la verdad  de  los  vencidos,  de   los  que   no

pudieron contar los crímenes  y  masacres,  de  los  que  sufrieron  en  sus

tierras. Esto se impone como  una  reivindicación  necesaria  para  nuestras

comunidades originarias, en pos de aquellos que aún hoy  son  oprimidos   en

zafras,  expulsados    y   expropiadas    sus   tierras,   discriminados   y

desvalorizados  por su piel.

      Cuando transitamos por  la  calle  Roca  en  la  ciudad,  día   a  día

incorporamos ése nombre como perteneciente a una figura que realizó  hazañas

o que contribuyó a que nuestro país fuese  un  lugar  mejor,   actuando  así

como una publicidad que se  va  grabando  y  a  la  que  nos  acostumbramos,

aceptando naturalmente esta  historia contada por los que  vencieron.

      Es necesario trabajar para ayudar a que nuestra comunidad se forme  en

valores humanos, respetuosos de la vida del  otro,  aceptando  y  respetando

las diversidades de piel, de raza, de religión y de cultura.  Constantemente

demostramos nuestro respeto por los  países  europeos,  y  mientras  que  en

nuestra ciudad se realizan siempre festividades a sus colectividades, no  se

trata con el  mismo  respeto  ni  existe  similar  reconocimiento  para  las

comunidades originarias, que permanecen invisibles a los  ojos  de   nuestra

Mar del Plata.

      Dejemos  a nuestra  posteridad  un  ejemplo  de   que  quienes  desean

construir una ciudad  respetuosa de los derechos humanos, la  justicia y  la

verdad, se ocupan  y  preocupan  por  reivindicar  los  nombres  de  quienes

realmente lo merecen. Si ya no hay militares genocidas en las paredes de  la

ESMA, dejemos también nuestras plazas y calles libres de homenajes  cargados

de muerte.

      Deseamos que nuestros  jóvenes  puedan  conectarse  con  la  historia,

reconociendo  y respetando a las comunidades  ancestralmente  instaladas  en

estas tierras, que  fueron despojadas de sus viviendas,  sus  familias,  sus

lenguas, su religión,  y que hubieran merecido el mayor de los respetos.  En

un homenaje y reconocimiento a tanto sufrimiento,  quitemos  el  nombre  del

asesino Roca, en honor a todas las comunidades  que  sufrieron  tan  atroces

castigos, y cuyos descendientes viven en nuestro municipio.

      Recordemos  a los que nos antecedieron en esta tierra y que  enseñaron

a sus hijos a cuidarla, que como dice un proverbio mapuche, “nadie es  dueño

de la tierra, la recibe en préstamo cuando nace y  la  debe  devolver  a  la

naturaleza más próspera y fértil”.





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[1] “Roca y la nostalgia Aristocrática”, Gabriel Di Meglio, Telenoticiosa

Americana (Télam), 20/10/2014


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Mar del Plata



                       BLOQUE  FRENTE PARA LA VICTORIA



Municipalidad del Partido de General Pueyrredon

Departamento Deliberativo



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